Estaba por apagar la computadora y un repentino aire de inspiración nocturna me obligó a escribir esto. Muy bien, me puse a pensar en la persona con la que "estoy" ahora. Es una situación complicada y no tiene caso entrar en detalles, pero el punto es que me llevó a reflexionar algo muy importante.
Es que nadie nunca quedará solo; hay amor para todos. No necesitamos estar al borde de ser modelos, o perfectamente simétricos. No necesitamos un cuerpo de envidia o tener el pelo de determinado color. Para ser amado simplemente hay que amar. Amar al otro, con todo su ser, pero para eso, amarse a uno mismo. ¿Cómo vas a prometer todo TU amor si no amas a TU SER? Nadie más que nosotros sabemos cuánto valemos. Y sí, valemos.
Sé que parece bastante tonto lo que digo, pero pensando en qué sucediera si todo termina, si el ciclo no sigue, si no quedan esperanzas, si el amor se olvida de nosotros, o nosotros de él. Pensando en eso llegué a la conclusión de que no importa el peso, la edad, la altura, el trabajo, lo que sea, lo que importa es quererse a sí mismo, amarse. Y no en el sentido de mirarse al espejo y adorarse, no, algo mucho mas profundo, algo real. Amarse en el sentido de pensar en cuántas dudas me he resuelto, en cuántas veces estudié algo que me interesaba, cuántas veces practiqué ese deporte que me hace feliz, o escuché esa canción que solamente a mí me gusta. Pensar en cuántas veces disfrutaste de la lluvia, cuántos videoclips imaginaste. Cuantos futuros construíste en un autobus, o antes de dormir. Cuántos lugares deseas conocer, o a cuántas personas amás con todo tu ser. Cuántos días disfrutaste (si perdiste la cuenta, vas por buen camino). Cuántas veces te negaste a hacer cosas que no querías, o aceptaste esa locura que te fascinaba.
Amarse en todo su esplendor, querer a los demás, al entorno, soñar, construir, planificar, disfrutar. Cuando logramos eso, cuando logramos estar felices con nostros, satisfacernos, es cuando somos capaces de amar a alguien más, de ofrecerle un lugar en nuestro mundo.
Entonces, si esto no funciona, por algo será. Creo fervientemente en que tenemos lecciones que aprender, y que el destino se encarga de ponernos las situaciones problema, es nuestro deber aprender de ellas. Si no se dá, si se termina, si culmina, tendré que encontrar el aprendizaje. Y como dijo no recuerdo qué importante escritor "llegué a la conclusión de que si los golpes enseñan, las caricias también".
Dedicá este y todos tus días a amarte, a amar a quienes te aman, a entregar todo de vos, porque sí, porque valés. Amate, hacé algo que te haga crecer, que te haga feliz, aprendé, y por sobre todo: SOÑÁ.
Con amor, Leslie :)