Luchando contra mí

Cada vez que pregunten sobre tu hobbie, deberías responder sin dudar "mi hobbie es lastimarla, amo hacerlo" y es que en cada rato libre que tienes me clavas más y más adentro el puñal. Estoy caminando con una pierna, me impulsan mis sueños y la perseverancia de mis sentimientos, simplemente por eso sigo caminando a tu lado. En cuanto se me terminen los sueños, cuando termines de matarlos a todos, en cuanto mis sentimientos sean demasiado débiles, me desmonaré, y tendré que dejar de acompañarte. Doy todo en esta caminata, uso cada reserva de energía que tengo, pero necesito que dejes de asesinar las únicas cosas que me mueven a avanzar. Necesito que dejes de hacerlo en este mismo momento, sino, dentro de poco, mis sueños terminarán vueltos todos un cadáver, un hermoso cadáver dicho sea de paso; y peor aún, a mis sentimientos tendré que velarlos y enterrarlos, porque los incineraste sin piedad alguna, los dejaste en cenizas, los hiciste arder, sufrieron antes de morir. No quiero que eso suceda, no quiero dejarte caminar solo, porque sé que bajo esa armadura mejor fabricada que la de Aquiles, se encuentra un hombre sensible, que necesita un abrazo al final del día, que tiene problemas y que a veces siente ganas de llorar. No me obligues a dejar de caminar, no me obligues a cambiar de acompañante, no quiero hacerlo, quiero luchar hasta el final, no quiero dejarte ahí, libre a que te lastimen, libre a que te desmoronen, porque yo he aprendido a enterrar sueños y velar sentimientos, a pararme y buscar otra mano que tomar, pero sin sobreestimarte, tengo miedo de que te vuelvas frío como el ártico y te alejes por completo de las bellezas del corazón, no quiero verte con 40 años y un mundo de idealismos superficiales, quiero que seas capaz de descubrir las maravillas que la vida trae consigo, y no lo que te muestra una caja boba.
Ayudame, ayudame a seguir caminando junto a vos, porque sola caeré, antes o después, y tendré que aceptar que el camino recorrido juntos fue ese y no más, y no podré estar ahí más adelante, y eso me asusta, te conozco, sos demasiado especial como para permitir que tu corazón se pierda entre las superficialidades que la vida ofrece, quiero salvarte.