Al mirar tus ojos, en la profundidad de sus ranuras, en el rojo de su blanco, en la terminación de sus pestañas, descubrí que nada más necesitaba para vivir feliz.
Esta noche, en cada beso, en cada caricia, grité con mi cuerpo que te amaba.
Escribo para tí y solo para tí, aunque todos lo puedan leer.
Espero que me mantengas en tu mente, mientras esté allí, seré infinita.
Es coincidencia supongo, que hoy, todos mis pensamientos comienzan con él.
No miento cuando digo que te miento si te digo que solamente te amo.
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